13 de febrero de 2025

SU MEMORIA LLEGA HASTA NOSOTROS
Destacando por su bondad y buen corazón, San Benigno vivió durante la segunda mitad del sigloIII en Todi, Umbria (Italia), y fue conocido por ser uno de los grandes misioneros de la fe cristiana; realiza su labor con alegría y entusiasmo. A comienzos de la persecución de Maximino y Diocleciano, los cristianos que manifestaban su fe públicamente, corrían peligro de vida; sería San Benigno uno de los líderes que se encargaba de confortar a los cristianos aterrados, auxiliar a los prisioneros y animándolos a no abandonar la fe en Cristo. Lleno de valentía, San Benigno comienza a predicar públicamente en un intento por convertir a los paganos que se encontraban en el terrible error de la idolatría. Como era de esperarse, el santo es apresado por su libertad de expresión religiosa, y es obligado a apostatar. Al ver la negativa en este, es sometido a distintas y horrorosas torturas con el fin de que renunciara a su fe y adorara y rindiera tributo a los dioses paganos. San Benigno con la valentía que lo representa, soportaría todas sus torturas, siempre poniendo el nombre de Dios en alto, manteniéndose firme ante sus creencias para ser símbolo de resistencia cristiana y de fe verdadera. Finalmente, ordenarían que el  santo fuera decapitado y fallece un 13 de febrero del año 303, fecha en la cual la Iglesia católica lo celebra como santo, recordando su valentía, bondad y rectitud. Su cuerpo, recogido por manos piadosas, fue enterrado en el camino que, desde Todi, conducía al Vicus Martis (Campo de Marte), en un lugar que tomó su nombre y donde más tarde se levantó un monasterio benedictino. En 1904 se colocaron sus reliquias en el altar mayor de la iglesia de San
Silvestre.
ILUMINACIÓN BÍBLICA
Hermanos: El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo. No tengo más remedio y, ¡ay de mí si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga. Pero, si lo hago a pesar mío, es que me han encargado este oficio. Entonces, ¿cuál es la paga? Precisamente dar a conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el derecho que me da la predicación del Evangelio. Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles. Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles; me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos. Y hago todo
esto por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes. (1 Cor 9, 16-19. 22-23)