29 de julio de 2025
Guitarras, mochilas, cantos y banderas se mezclan estos días en la gran avenida de Roma, la Vía della Conciliazione, que lleva a la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. En este gran santuario al aire libre, cada país aporta su cultura, su ritmo, su música y su alegría. En medio de ese mar de entusiasmo, un pequeño grupo de jóvenes católicos de Estocolmo espera su turno para la peregrinación con rosarios entre las manos. “Estamos muy felices, muy agradecidos por esta oportunidad”, cuenta Raffaella, una de las participantes del grupo. “Ver al Papa de cerca, poder agradecerle por aceptar guiarnos, por estar con nosotros… eso es muy importante”, explica. Llegaron a Roma el domingo y han participado en las actividades jubilares junto a miles de peregrinos de todo el mundo. La joven reconoce que en pocos días ha hecho amigos de Brasil, Filipinas o Nigeria. “Estar aquí, con tantos otros jóvenes católicos, nos inspira”, explica Grace, otra de las participantes. “Nos da más fe en Jesús, nos ayuda a conocer más la Iglesia y a sentir que no estamos solos”, afirma. Ninguna oculta la emoción que sienten por poder participar también en la gran vigilia con el Papa León XIV en Tor Vergata, prevista para el fin de semana. “Queremos escuchar al Papa, rezar con todos y volver a casa con más fuerza”, explica Raffaella. Su país, Suecia, es uno de los países más secularizados del mundo. Según estudios recientes, solo una minoría de jóvenes se declara creyente, y aún menos participan regularmente en la vida de una comunidad religiosa. Ser católico allí implica a menudo vivir la fe en silencio, en un entorno que no siempre comprende —ni valora— la dimensión espiritual.
«Muchos amigos nuestros no entienden por qué creemos”
«Me salta el corazón de alegría»
Desde México, el entusiasmo no es menor. Un grupo de 124 jóvenes de la Diócesis de San Juan de los Lagos lleva varios días recorriendo con su alegría las calles de Roma. Samuel, de 21 años, no puede ocultar su emoción: “Ver a tantos jóvenes alabando a un mismo Dios… es una emoción tan grande que me salta el corazón de alegría. Venimos todos dispuestos a vivir este Jubileo intensamente y a llevar la esperanza a quienes se quedaron en México”. Pablo, también de 21 años, participa por primera vez en un evento internacional de la Iglesia. “No estuve en Lisboa 2023, pero ahora estoy aquí, y es increíble poder vivir esto. Es algo que marca”, asegura. Junto a él, otros peregrinos del grupo comparten la expectativa por el encuentro con el Papa León XIV, sucesor de Francisco y protagonista de este nuevo tramo del Jubileo. “Cuando nos enteramos del cambio de Papa, fue un momento de incertidumbre: ‘¿Y ahora qué va a pasar?’”, recuerda Pablo. “Pero conocer a un nuevo Papa, con la energía que transmite, es algo impresionante. Sentimos una conexión muy fuerte con él, y eso nos da impulso”, agrega. El momento culminante de este viaje será Tor Vergata, el campus a las afueras de Roma que acogerá a más de medio millón de jóvenes el sábado y el domingo. Allí, en el mismo lugar donde San Juan Pablo II pidió a la juventud de la Iglesia que fueran los centinelas de Cristo en el año 2000, se vivirá el clímax del Jubileo. Los jóvenes mexicanos tienen claras sus intenciones. “Esperamos recibir un mensaje fuerte del Papa, que podamos llevarlo a México, a los que no pudieron venir. Muchos nos han encargado oraciones, nos han confiado sus intenciones… queremos que esta experiencia no se quede aquí, sino que transforme también nuestras comunidades”, afirman.