03 de julio de 2025
En preparación para la fiesta del 16 de julio, la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana de la UC presenta por primera vez una novena especialmente dedicada a la Virgen del Carmen, con el objetivo de renovar la devoción a la Patrona de Chile e invitar a toda la comunidad a unirse en oración y esperanza. Se invita a comenzar el rezo de la novena el 7 de julio, culminando el 15, víspera de la fiesta.
En el marco de la festividad nacional del 16 de julio, día en que Chile celebra a la Virgen del Carmen, la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana UC ha preparado por primera vez una novena en su honor. El texto, profundamente arraigado en la historia y espiritualidad del país, invita a toda la comunidad a unirse en oración durante los nueve días previos a esta fiesta.
La novena —que puede descargarse de forma gratuita en formato digital— ha sido especialmente elaborada para acompañar la vida diaria de los fieles, con reflexiones, citas bíblicas, canciones, peticiones y textos espirituales. Además, incorpora profundas meditaciones sobre el rol de la Virgen en la historia de Chile, desde la época colonial hasta nuestros días.
“El objetivo de esta novena no es solo conmemorar una tradición, sino abrir un espacio concreto de encuentro personal con María”, explica el Pbro. Jorge Merino, Capellán Mayor de la UC, en la introducción del texto. “María, la Madre del Señor, es para nosotros la luz que nos ilumina en el camino. Como lo indica nuestra bandera, donde la estrella simboliza a la Virgen, el faro que guía a Chile”.
Una devoción profundamente chilena
La devoción a la Virgen del Carmen tiene raíces profundas en nuestra identidad nacional. Ya en el siglo XVI su imagen era venerada por los primeros pobladores del territorio. Más tarde, esta devoción se consolidó como un símbolo patriótico: en 1817, el Ejército Libertador la nombró su Patrona y, tras la victoria en la Batalla de Maipú, se construyó el Templo Votivo en su honor.
En 1923, el Papa Pío XI la proclamó oficialmente Patrona de Chile, y tres años después fue coronada canónicamente. “Su imagen está presente en muchos hogares, iglesias, lugares públicos y, especialmente, en el corazón de muchas chilenas y chilenos”, recuerda el padre Merino. “Por ello, quisimos incentivar el rezo de esta novena y promover esta devoción tan ligada a las raíces católicas de nuestra nación”.
Durante la Guerra del Pacífico, su figura fue también importante para los soldados. Arturo Prat portaba el escapulario de la Virgen del Carmen en el momento de su muerte en Iquique, el cual fue devuelto más tarde a su viuda.
Bajo su manto de paz
Cada día de la novena contempla una oración inicial y final, además de una lectura bíblica, una reflexión inspirada en santos y teólogos, una petición y una canción. Desde la figura del profeta Elías en el monte Carmelo hasta las procesiones en La Tirana, la propuesta busca conectar historia, fe y actualidad.
A través del texto, se realza el rol de la Virgen como “modelo de caridad, refugio de los pecadores y estrella del mar” que guía, consuela y acompaña a los fieles en todas las circunstancias. En palabras del padre Jorge: “A la Virgen del Carmen la vemos vestida con su hábito marrón y con el niño Jesús en sus brazos, lo que nos remite al amor maternal, a la protección que ella nos da especialmente en tiempos de mayores tormentas”.
En ese sentido, la novena también es una respuesta espiritual a los desafíos del presente. “En esta época donde la guerra continúa amenazando a muchos lugares del planeta, donde la violencia se manifiesta también en tantas plataformas virtuales, María viene a darnos un mensaje de paz”, escribe el Capellán Mayor. Y cita al Papa León XIV: “Debemos decir ‘no’ a la guerra de palabras y de imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra”.
La Estrella en la cruz de Chile
Uno de los aspectos más bellos de esta novena es su capacidad de mostrar cómo la devoción mariana está entrelazada con la historia, la cultura y la espiritualidad del país. En el centro de la Cruz de Chile, por ejemplo, figura la estrella blanca que representa a la Virgen del Carmen, símbolo de fe y esperanza para el pueblo chileno. Este signo expresa “el deseo de construir una nación animada por la fe y la justicia”.
Asimismo, el documento recuerda que el escapulario —entregado por la Virgen a San Simón Stock en 1251— sigue siendo hoy un signo de consagración, fe y confianza en su protección materna. Llevado con devoción, representa un compromiso de vida cristiana, marcado por la oración y el servicio.
La Pastoral UC extiende la invitación a toda la comunidad universitaria, y a quienes quieran unirse desde sus parroquias, comunidades o familias, a comenzar el rezo de la novena el 7 de julio, culminando el 15, víspera de la fiesta.