También se contó con la presencia de Monseñor Francisco Javier Acero Pérez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México y responsable de la Vicaría de Laicos en el Mundo, en donde está la dimensión de la Pastoral de Movilidad Humana. Monseñor Acero presidió la Eucaristía el día miércoles por la noche y nos invitó a seguir adelante en comunión y en sinodalidad con la ayuda de Dios. Agradeció el trabajo que hace el trabajo de muchos voluntarios que se encuentran en las casas albergue de todo el país y les animó a recibir a los migrantes como si fueran el mismo Jesús.

Este encuentro nacional fue un espacio de información, formación y organización. Fueron elegidas las personas coordinadoras para cada zona (norte, centro y sur del país) con la peculiaridad de cada zona fuera representada por personas ubicadas en las diferentes regiones.

Nos pusimos bajo la mirada de Nuestra Señora de Guadalupe para encomendar la misión de la iglesia en favor de las personas migrantes, estudiantes internacionales, turistas, trasportistas, refugiadas, desplazadas y en situación de trata.