15 de julio de 2025

El Papa León XIV celebró este martes 15 de julio una Misa en la capilla de la estación de Carabinieri de Castel Gandolfo, donde se encuentra durante su periodo vacacional.  Al reflexionar en su homilía sobre el Evangelio del día, (Mateo 11, 20-24), el Pontífice remarcó el vínculo “más fuerte que la sangre” que une a cada hombre y a cada mujer. En este sentido, explicó que “somos verdaderamente hermanos y hermanas de Jesús cuando hacemos la voluntad de Dios”, es decir, “cuando vivimos amándonos unos a otros, como Dios nos ha amado”. “Cada relación que Dios vive, en sí mismo y para nosotros —continuó el Pontífice—, se convierte así en un don: cuando su Hijo único se hace nuestro hermano, su Padre se convierte en nuestro Padre y el Espíritu Santo, que une al Padre y al Hijo, viene a habitar en nuestros corazones”.  Así, señaló que “el amor de Dios es tan grande que Jesús no se guarda ni siquiera a su madre, entregando a María como madre nuestra en la hora de la Cruz”. Desde la capilla de Castel Gandolfo, el Papa León  explicó que María se convierte en madre de Jesús “porque escucha la palabra de Dios con amor, la acoge en su corazón y la vive con fidelidad”. Destacó asimismo su fidelidad a la Palabra recibida de Dios: “el Verbo de la vida que ella acogió, llevó en su seno y ofreció al mundo”.

No ceder “a la tentación de pensar que el mal pueda triunfar

A continuación, recordó que este año se celebra el 75º aniversario de la proclamación de la Virgen fiel, la Virgo fidelis, como Patrona del Arma de Carabinieri, una fuerza policial nacional de Italia de carácter militar que da nombre a la capilla de Castel Gandolfo. También evocó cuando, en 1949, el Papa Pío XII acogió esta “hermosa propuesta” del Comando General del Arma. “Después de la tragedia de la guerra, en un período de reconstrucción moral y material, la fidelidad de María a Dios se convertía así en modelo de la fidelidad” de los carabinieri “hacia la patria y el pueblo italiano”, resaltó. Esta virtud, para el Santo Padre, “expresa la entrega, la pureza, la constancia en el compromiso por el bien común, que los Carabineros tutelan garantizando la seguridad pública y defendiendo los derechos de todos, especialmente de quienes se encuentran en situación de peligro”. El Papa León expresó su profunda gratitud, especialmente por el “noble y exigente” servicio que prestan a Italia y a la Santa Sede. Tras recordar también el lema de los Carabinieri, Nei secoli fedele (Fieles a lo largo de los siglos), que expresa “el sentido del deber y la abnegación de cada miembro del Arma, hasta el sacrificio de sí mismo”, les pidió no ceder “a la tentación de pensar que el mal pueda triunfar”. “Especialmente en este tiempo de guerras y de violencia, permaneced fieles a vuestro juramento: como servidores del Estado, responded al crimen con la fuerza de la ley y de la honradez. Es así como el Arma de Carabineros, la Benemérita, merecerá siempre la estima del pueblo italiano”, subrayó. A modo de conclusión, recordó a los policías que han dado la vida cumpliendo su deber, como el Venerable Salvo D’Acquisto, cuya causa de beatificación está en curso. El Santo Padre permanecerá en este complejo estival pontificio, situado a unos 30 km del centro de Roma, hasta el próximo 20 de julio y regresará de nuevo del 15 al 17 de agosto. Al finalizar la Misa, el Papa León XIV visitó el Monasterio de las Clarisas en Albano, dedicado a la Inmaculada Concepción.