06 de noviembre de 2025
Ana Lazcano, directora del Instituto Universitario de Inteligencia Artificial de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), advierte que la IA no es una deidad todopoderosa y que ante ella es necesario “sentar las bases de un pensamiento crítico”. En conversación con ACI Prensa, Lazcano explica que el organismo que dirige, de reciente creación, trata de dar una visión unificada sobre la IA: «Es una disciplina que ha venido como un tsunami, una ciencia interdisciplinar que nos está arrasando a todos en todos los ámbitos y necesitamos un enfoque unificado, necesitamos hacer músculo entre todos”. Para Lazcano, quien también dirige las maestrías en Business Analytics, Inteligencia Artificial y Machine Learning y en GenAI for business de la UFV, esta visión común es “muy necesaria, porque además se ven implicadas muchas cuestiones éticas. ¿Cómo lo estamos usando, cuál es el objetivo? ¿Sustituirnos, complementarnos? Cuanto más alineada sea la visión con la misión de la universidad, mayor provecho podremos obtener”. El nuevo Instituto Universitario de Inteligencia Artificial está integrado en la universidad de una forma transversal, tanto en lo organizativo, como en la cualidad multidisciplinar de sus colaboradores: filósofos, antropólogos, educadores, ingenieros, psicólogos, etc. “Hay representantes de todas las facultades y de todos los departamentos de la universidad, permitiendo tener cada uno la visión desde su ciencia, compartirlo y encontrar esos puntos comunes”, detalla Lazcano. La propuesta de abordaje de la IA desde un punto de vista específicamente católico que se pretende es, afirma la experta, la propuesta por el Papa León XIV: “No tenerle miedo, entenderla, abordarla con mucha cautela”. Esta prevención se refiere a que “no se le pueden atribuir cualidades y propiedades que no tiene: la inteligencia artificial no es todopoderosa. Si colocamos esta tecnología en su lugar y lo que hacemos es primar el conocimiento humano, el saber humano, y sobre todo lo que nos diferencia, es cuando podemos aprovechar al máximo”. “En el momento que tenemos la inteligencia artificial como una deidad, nos estamos equivocando, está muy alejado de eso, es un complemento, subraya.
Aportación al bien común El nuevo instituto quiere basar su actividad en cuatro pilares: formación, investigación, transferencia y aplicación tecnológica y divulgación para contribuir al bien común. Lazcano comparte que esperan aportar a la sociedad “alumnos formados y preparados”, no sólo en lo técnico, sino, sobre todo, “para los retos éticos que ofrece” la inteligencia artificial, así como el conocimiento generado mediante la investigación y su aplicación práctica. En el campo divulgativo, Lazcano señala que “es muy necesario sentar las bases de un pensamiento crítico. Se habla mucho de inteligencia artificial y, desgraciadamente, se ha puesto de moda. Desgraciadamente, porque hay muchas voces, mucho ruido. Queremos que lo que generemos realmente aporte, que sea contenido de calidad y útil para las personas”.
Impacto en el mundo universitario La inteligencia artificial ha impactado en el ámbito universitario también, lo que su pone un gran reto sobre el modo de enseñar y aprender, también de evaluar. En este sentido, Lazcano considera que es una cuestión que se debe abordar «con mucho cuidado”. En primer lugar, dando servicio a profesores, alumnos e investigadores, porque «cuando uno conoce las herramientas que tiene en su mano, es capaz de aplicarlas mejor”. Sin embargo, “hay resistencia al cambio”, reconoce, por lo que esperan implantar “un modelo de acompañamiento tecnológico, en el que les expliquemos que esto es una pequeña gran revolución, que nos tenemos que subir a la ola y sobre todo aprovechar las capacidades, más que tenerle miedo o tener una visión negativa”. Uno de los mayores retos es que la IA «está abriendo una brecha tecnológica espectacular entre profesores y alumnos”, en la que los pupilos están más avanzados. “El trabajo escrito ya no tiene mucho sentido. Yo ya no sé distinguir si un trabajo lo ha hecho un alumno o no”, apunta la experta, que, sin embargo, tiene una mirada esperanzada sobre la cuestión: “Me gusta pensar que esto nos está devolviendo a un concepto de universidad original, al debate, la conversación. A poner al alumno en el centro y acompañarle en ese aprendizaje. Va a cambiar totalmente las reglas de la educación, pero creo que para bien. Cuando nos hayamos estabilizado un poco, conseguiremos volver a esas materias fundamentales y a poner de moda el pensamiento crítico más que la inteligencia artificial”.
