28 de mayo de 2025

Los presbíteros se mostraron alegres y agradecidos de encontrarse con sus pares de otras diócesis de la Provincia Eclesiástica de Concepción, en una instancia que fortaleció su ministerio y les animó a perseverar con esperanza. En un gran gesto de fe y comunión, sacerdotes de la Provincia Eclesiástica de Concepción peregrinaron desde el Centro de Detención Preventiva de Yumbel hasta el Templo Jubilar Santuario de San Sebastián, concluyendo así el Jubileo Sacerdotal.
En el lugar de inicio se realizó una oración por quienes están privados de libertad; luego se caminó el trayecto hacia el templo mientras se rezaba el Santo Rosario, recorriendo las calles de acceso a la comuna.
La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Concepción Monseñor Sergio Pérez de Arce SS.CC., y concelebrada por el Obispo de Temuco, Jorge Concha y el Obispo de Villarrica, Monseñor Francisco Javier Stegmeier. El celebrante destacó que “ser sacerdote es algo bueno, es una gracia que Dios nos ha regalado, es un bien para nosotros y para el Pueblo de Dios, es un ministerio que nos llena de alegría y también a la Iglesia. Demos gracias siempre por nuestro ministerio, aún en medio de las dificultades”.
Finalizada la Santa Misa, dos de los presbíteros entregaron su opinión acerca de este Jubileo Sacerdotal. Jorge Silva, responsable del Clero de Villarrica, señaló que “ha sido un bonito encuentro, una instancia para compartir con los sacerdotes de la Provincia Eclesiástica de Concepción. He venido de Villarrica junto al padre Cristian y a nuestro obispo, y la verdad que ha sido una jornada muy enriquecedora al reunirnos con otros sacerdotes y jóvenes. Hoy también ha sido especial, al peregrinar al Santuario de San Sebastián en Yumbel; un tiempo de renovación personal, espiritual, compartir, oración y Eucaristía que renueva nuestra esperanza como sacerdotes”.
Por su parte, el padre Rodrigo Aguilar, de la diócesis de Temuco, dijo que “ha sido una hermosa experiencia, primero de compartir, centrado en la persona de Jesucristo y llamados a vivir la esperanza, pero sobre todo una ocasión de mucha fraternidad sacerdotal, de estar junto a los que uno conoce, con los jóvenes, escuchar sus esperanzas, sueños y la motivación de todos para ser cristianos. Este jubileo ha sido una hermosa oportunidad de encuentro, que nos motiva y desafía a seguir viviendo el ministerio sacerdotal en nuestras comunidades”.
En medio de felicidad y signos de gratitud, los peregrinos compartieron un almuerzo para luego emprender el rumbo hacia sus diócesis de origen.