22 de julio de 2025

Las calles de Roma están a punto de vibrar al ritmo de las mochilas, las zapatillas, las gorras, la música y la fe desbordante de alegría de los miles de jóvenes de todos los rincones del planeta que ya están haciendo las maletas para participar en el Jubileo de los Jóvenes. La gran megafiesta jubilar arrancará el lunes que viene.“Sin duda, podemos esperar algunas sorpresas maravillosas”, asegura en conversación con ACI Prensa el subsecretario del Dicasterio para la Evangelización, Mons. Graziano Borgonovo.  Este sacerdote italiano ha sido  —desde el Dicasterio para la Evangelización— el cerebro organizativo de los 35 mega eventos ligados al Año Santo. El de los jóvenes será “el más impresionante” y “el más consistente numéricamente”. Mons. Borgonovo no quiere restarle ímpetu a la cita, pero sí precisa que ha habido otros momentos a lo largo del año en el que los jóvenes han sido también protagonistas. “Algunos de los que vienen ya participaron en otros eventos jubilares, como el Jubileo de las Familias o el de los Movimientos Eclesiales”, señala el prelado. En todo caso, sí será el primer gran baño de masas del Papa León XIV con la juventud de la Iglesia. “Será ciertamente un encuentro importante desde el punto de vista numérico”, recalca. El Dicasterio para la Evangelización todavía no ha publicado formalmente los datos del número de peregrinos que se espera participen en total en el encuentro, pero Mons. Borgonovo adelanta que para la Misa con el Papa León XIV el próximo 3 de agosto en Tor Vergata “llegarán cerca de un millón de peregrinos”. La gran explanada de más de 800.000 metros cuadrados es famosa por haber acogido la Jornada Mundial de la Juventud del año 2000, con San Juan Pablo II, que reunió a más de dos millones de jóvenes de todo el mundo. Desde el punto de vista logístico se ha rehabilitado una estructura diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava, originalmente destinada a ser una “ciudad del deporte”. “Ha sido inaugurada hace poco la antigua ciudad deportiva, que había sido construida años atrás y luego corrió el riesgo de caer en desuso. En cambio, ahora será el centro operativo”, explica. La maquinaria preparativa para organizar esta gran fiesta de la fe se puso en marcha hace casi un año y se ha realizado un trabajo meticuloso. “Hace mucho tiempo que varias personas trabajan a fondo para que todo funcione en varios frentes”, explica el subsecretario del Dicasterio.

500.000 solicitudes de alojamiento

Entre los aspectos logísticos clave, destacó que ya hace meses se habían contabilizado “unas 500.000 solicitudes de alojamiento”. Los jóvenes pernoctarán principalmente en estructuras organizadas por las diócesis y parroquias de la región del Lacio: escuelas, centros parroquiales, polideportivos, colegios religiosos y hasta instalaciones militares adaptadas para la ocasión.  Gracias a una estrecha colaboración entre el Dicasterio para la Evangelización, la Conferencia Episcopal Italiana y las autoridades locales, se ha creado una red de hospitalidad que cubrirá no sólo Roma, sino también sus alrededores, para garantizar techo, seguridad y acogida a todos los peregrinos.

Participación significativa de Latinoamérica

Mons. Borgonovo enfatizó que la participación de Latinoamérica será significativa. “De Perú vendrán más de mil personas… De Brasil hay más de cinco mil inscritos, así como de Colombia, Argentina y Chile”, confirmó el prelado si bien dejó claro que debido a la proximidad geográfica la mayor parte de los jóvenes vendrán de países europeos como Francia, Polonia o España.“Estamos encantados de que vengan, estamos listos para acogerlos. Queremos dar la bienvenida a esta expresión joven de la Iglesia que, gracias a Dios, vive en todas partes del mundo”, destaca. Pero más allá de los números, el Jubileo convoca a los jóvenes del mundo para renovar la fe porque “no sólo son el futuro de la Iglesia, son el presente”, explica Mons. Borgonovo mientras se hace eco de las palabras que solía repetir el Papa Francisco. “Los jóvenes tienen un gran corazón… y este gran recurso humano debe ser educado para que no quede reducido a pura superficialidad”, afirma el subsecretario, destacando que el Jubileo será también una ocasión para formar en profundidad la fe juvenil, conectando el entusiasmo con una espiritualidad madura. A pesar de tratarse de un evento católico, el Jubileo también acogerá a jóvenes de otras confesiones. Tal y como adelanta Mons. Borgonovo se espera “la presencia de jóvenes de otras confesiones cristianas que estarán acompañados por algunos ministros de otros cultos”.  Además, el subsecretario del Dicasterio para la Evangelización no descarta que el Jubileo pueda tocar a los jóvenes no creyentes o los que han perdido la fe. “Será la ocasión para que los jóvenes católicos muestren la belleza de la fe al mundo. Y podrá ser una una ocasión especial para encontrar a aquellos que tal vez desean retomar su propio camino de fe interrumpido”, concluye.