Cada 30 de abril la Iglesia celebra al Papa San Pío V, quien ocupó un lugar protagónico en defensa de la Iglesia y de la Europa cristiana del siglo XVI. San Pío V fue el organizador de las fuerzas militares que detuvieron la invasión musulmana del Viejo Continente en la famosa batalla de Lepanto (7 de octubre de 1571).
La victoria conseguida en Lepanto tuvo un enorme significado en el proceso de preservación de la cultura cristiana en Europa, e hizo posible el decrecimiento del área de influencia del Islam en ese Continente, que parecía condenado a ser sometido. El Papa Pio V, en agradecimiento a Dios por la victoria alcanzada, dedicó el triunfo cristiano a la Virgen del Rosario.