27 de julio de 2025

Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos”. Él les dijo entonces: “Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación”. Jesús agregó: “Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: “Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle”, y desde adentro él le responde: “No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos”. Yo les aseguro que, aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. ¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡Cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquéllos que se lo pidan!”

AQUÍ ALGUNAS IDEAS CLAVES PARA REFLEXIONAR EL EVANGELIO:

  1. Jesús nos enseña a orar con confianza

El “Padre Nuestro” es una oración que reconoce la santidad de Dios, su voluntad, y expresa nuestras necesidades humanas y espirituales.

  1. Dios es un Padre cercano y atento

Jesús presenta a Dios como un padre que escucha, cuida y responde a sus hijos con amor verdadero, no con dureza ni indiferencia.

  1. La oración debe ser constante e insistente

Como en la parábola del amigo insistente, Jesús anima a no rendirse al orar, sino a perseverar con fe y confianza.

  1. La oración transforma nuestro corazón

Al orar, no solo buscamos cosas materiales; lo más valioso que Dios da es su Espíritu, que guía, consuela y fortalece.

  1. “Pedid y se os dará” no es una fórmula mágica

Jesús no promete cualquier cosa que pidamos, sino lo que verdaderamente necesitamos para nuestra salvación y crecimiento espiritual.

  1. Dios responde siempre, aunque no como esperamos

A veces la respuesta de Dios es diferente a lo que pedimos, pero siempre será lo mejor para nosotros, como hace un buen padre con sus hijos.

Aplicación para la vida

  • La oración no es solo pedir, sino también alabar, agradecer y confiar.
  • Dios nos invita a vivir una relación constante con Él, como hijos con su Padre.
  • Perseverar en la oración fortalece nuestra fe y nos hace más sensibles a la acción del Espíritu Santo.

QUE TENGAN UN MUY BUEN DÍA DOMINGO Y CON LA GRACIA DE DIOS, VAMOS QUE SE PUEDE

 

  1. Luis Rocha