07 de agosto de 2024
Fue un 6 de agosto de 1967, que monseñor Eladio Vicuña, obispo de Chillán, inauguró Casa Tabor, un espacio que se levantó en los terrenos que había donado a la Iglesia de Chillán la Compañía de Jesús y en donde algunas décadas antes se formó en su vocación sacerdotal San Alberto Hurtado.
La inauguración se realizó en compañía del cardenal Raúl Silva Henríquez y fue una ceremonia solmene que vino a sellar el sueño de contar con un lugar en donde recibir a sacerdotes, estudiantes, seminaristas y consagrados.
Este martes 6 de agosto en casa Tabor, su encargada, Nancy Godoy recordó los inicios de esta obra. “Se inauguró en 1967, por tanto, estamos cumpliendo 57 años de vida. Este fue un sueño de monseñor Eladio Vicuña, quien llevó a cabo estas obras”, precisa.
En efecto, a fines de la década de los cincuenta, el padre Eladio organizó la llamada “Campaña pro Obras Diocesanas”, comprometiendo para esa iniciativa la participación de muchos laicos y, desde luego, la de todo el personal apostólico. El objetivo era reunir los fondos necesarios para financiar los gastos que suponía la terminación de la Catedral y su Cruz Monumental y la construcción de una Casa de Ejercicios Espirituales, una Central para el Instituto de Educación Rural y un Preseminario para acoger a jóvenes con inquietud vocacional hacia el sacerdocio.
“En la época se vio la necesidad de los movimientos de iglesia, principalmente de los Cursillos. Esta casa ha ido evolucionando porque antiguamente solo se usaba para los servicios pastorales. Hoy nos hemos abierto a la atención de cualquier entidad que desee realizar sus actividades en ella. Esto responde a abrirse más a la comunidad, además de brindar un espacio a los colegios católicos para sus Encuentro con Cristo. Es una casa que hoy tiene mucha vida”, advierte Nancy.
“Desde hace algún tiempo hemos estado haciendo mejoras al espacio con el fin de entregar cada vez un mejor servicio. Todo el personal que trabaja en casa Tabor está contento por este nuevo aniversario que viene a coronar años de trabajo sostenido”, precisa Nancy recordando que el lugar cuenta con dormitorios, salones, una capilla y amplias áreas verdes.