11 de noviembre de 2025

Más de 200 instituciones, templos y lugares religiosos, entre ellos monasterios budistas, mezquitas e iglesias cristianas, han sido dañados, destruidos o saqueados durante el conflicto civil en curso en Myanmar entre 2021 y 2025.
Los datos difundidos por organizaciones de la sociedad civil con sede o personal en el país, como el ‘Independent Investigative Mechanism for Myanmar’, el ‘Centre for Information Resilience’ y ‘Myanmar Witness’, coinciden con los de sacerdotes, misioneros y laicos católicos que están elaborando un censo para documentar las heridas de la guerra en las comunidades religiosas birmanas.
«Los principales responsables de la destrucción -señala una fuente local de Fides- son las fuerzas de la junta militar que, con bombardeos aéreos indiscriminados, artillería o drones, han causado daños significativos en las regiones de Sagaing, Magwe, y en los estados de Chin y Kayah».
Las heridas que han afectado a las comunidades religiosas también han alcanzado a más de 400 estructuras sanitarias -hospitales, clínicas, centros médicos y dispensarios- donde se ofrecía asistencia sanitaria gratuita a heridos o enfermos. Las escuelas tampoco se han salvado: más de 240 centros educativos han sido destruidos por ataques aéreos, mientras que muchos otros han sido ocupados y transformados en bases militares o cuarteles del ejército.
Las comunidades que más sufren la guerra, en las zonas donde los combates son más intensos, son las comunidades cristianas de los estados con fuerte presencia de movimientos de resistencia, como Chin, Kayah y Kachin.
Según ha sabido Fides, entre las iglesias católicas más importantes afectadas o dañadas y actualmente cerradas al culto, se encuentran: la Iglesia de Cristo Rey, en Falam (estado de Chin), destruida por un ataque aéreo en abril de 2025; la Iglesia del Sagrado Corazón en Mindat, designada como catedral de la nueva diócesis, bombardeada en febrero de 2025; la Catedral de San Patricio, en Banmaw (estado de Kachin), incendiada, junto con los edificios diocesanos, la casa del obispo y las oficinas, en marzo de 2025; el Centro Pastoral de San Miguel, en Nanhlaing (diócesis de Banmaw); la Iglesia de la Reina de la Paz, en el estado de Kayah, dañada por los bombardeos en junio de 2021; la Iglesia del Sagrado Corazón, en Loikaw, destruida por los bombardeos en mayo de 2021, que causaron la muerte de cuatro personas refugiadas en su interior; la Iglesia de María Madre de la Misericordia, en el estado de Kayah, dañada por un ataque aéreo militar en agosto de 2023; la Catedral de Cristo Rey y el Centro Pastoral en Loikaw (estado de Kayah), que sufrieron bombardeos, profanaciones y la ocupación militar en noviembre de 2023 y la Iglesia de la Asunción, en la región de Sagaing, junto con un convento de religiosas, incendiados y destruidos.
Los obispos y laicos de la Iglesia católica birmana recuerdan que, según el derecho internacional humanitario, los lugares de culto están protegidos como bienes civiles, tal como se establece en documentos como la Convención de Ginebra (1949) y el Estatuto de Roma (1998), que instituyó la Corte Penal Internacional.
(PA) (Agencia Fides 11/11/2025)