30 de junio de 2025

Adoración eucarística pública de 24 horas, oraciones al Sagrado Corazón y momentos de formación: con estos actos de devoción y comunión, muchos católicos en China han acompañado espiritualmente a sus seminaristas, sacerdotes y obispos en los días previos y posteriores a la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, mientras vivían, del 25 al 27 de junio, su «Jubileo de la Esperanza» en comunión con el Papa León XIV y la Iglesia universal.
En la catedral de la diócesis de Wenzhou, la Adoración Eucarística comenzó a las 20:00 horas del 26 de junio y concluyó a las 20:00 horas del 27 de junio. Los fieles, junto a seminaristas y sacerdotes, dirigieron sus oraciones al Sagrado Corazón de Jesús pidiendo especialmente por la santificación de los sacerdotes, su salud y el crecimiento en las virtudes cristianas. Las 24 horas de adoración estuvieron marcadas por el rezo del Rosario, la escucha de la Palabra de Dios y cantos sagrados, recordando al final de cada hora la intención por la santificación de los presbíteros y el servicio a la misión de la Iglesia.
Esta práctica comunitaria de Adoración eucarística compartida por toda la comunidad durante 24 horas nos invita a reconocer que solo acudiendo al don de la Eucaristía, los sacerdotes y los laicos pueden seguir adelante cada día pidiendo experimentar en su vida cotidiana el milagro de la santidad propia y ajena.
En la diócesis de Taiyuan, con motivo del Jubileo de los sacerdotes, el obispo Paolo Meng Ningyou, el 28 de junio, ha ordenado a dos nuevos presbíteros. El obispo ha animado a los nuevos sacerdotes a predicar el Evangelio con alegría, a ser modelos para los fieles, a perseverar en la administración de los sacramentos y a vivir su ministerio en comunión con el obispo, pidiendo siempre su propia santificación a la luz de Cristo.
Del 23 al 26 de junio, los sacerdotes de la diócesis de Sanyuan, en la provincia de Shaanxi, se reunieron para reflexionar sobre el «camino comunitario del Año Jubilar». Durante estos días de formación, oración y compartir fraternalmente, meditaron sobre su vocación sacerdotal y la vida pastoral cotidiana a la luz de los testimonios de los santos y de los padres de la Iglesia. Este tiempo de retiro y comunidad ha fortalecido en todos el impulso misionero y el compromiso con la conversión interior continua, como camino para vivir con fidelidad su servicio al Pueblo de Dios.