21 de octubre de 2025

La crisis que sigue afectando al pueblo haitiano amenaza con agravarse debido a la violencia de las pandillas, que desplazan familias, destruyen la producción agrícola e impiden que la ayuda llegue a quienes la necesitan desesperadamente. Un reciente informe publicado por la Integrated Food Security Phase Classification (IPC) señaló que aproximadamente 5,7 millones de haitianos -de una población de unos 11 millones- se enfrentan a graves carencias alimentarias, mientras los grupos armados refuerzan su control sobre la nación caribeña y la economía devastada continúa colapsando.
El IPC estima que los grupos armados controlan ahora alrededor del 90% de Puerto Príncipe, la capital, y en los últimos meses se han expandido hacia las regiones agrícolas. La violencia ha obligado a 1,3 millones de personas a abandonar sus hogares -un aumento del 24 % desde diciembre- y muchas se han refugiado en sitios temporales, sobrepoblados y carentes de servicios básicos. Los agricultores que permanecen en sus tierras deben negociar con las pandillas para acceder a ellas y ceder parte de sus cosechas. Las pequeñas empresas han cerrado, eliminando fuentes de ingresos para numerosas familias. Incluso cuando las cosechas alcanzan rendimientos normales, los productos no pueden llegar a Puerto Príncipe debido a los bloqueos en las principales vías de comunicación.
En seis años consecutivos de recesión, los precios de los alimentos han aumentado un 33 % en julio pasado en comparación con el año anterior. La emergencia cada vez más crítica afecta gravemente a los niños. Un informe reciente adicional señaló 680 mil menores desplazados por la violencia -casi el doble que cifras anteriores-, con más de 1.000 escuelas obligadas a cerrar y cientos de menores reclutados por grupos armados. La situación de seguridad sigue siendo inestable. El jueves 16 de octubre se produjeron intensos enfrentamientos armados cuando funcionarios gubernamentales intentaron reunirse en el Palacio Nacional, en el centro de Puerto Príncipe, obligando a una rápida evacuación de un área durante mucho tiempo controlada por las pandillas.
En el ámbito sanitario, la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) informó recientemente que, debido a la violencia en curso en la capital, se vio obligada a cerrar definitivamente el centro de urgencias de Puerto Príncipe. Actualmente, más del 60 % de las estructuras sanitarias de la capital, incluido el Hospital General de Haití, están cerradas o no funcionan debido al aumento de la violencia de las pandillas.
En este contexto de devastación, criminalidad, violencia, hambre y miseria, la población del pequeño pueblo montañoso de Pourcine Pic-Makaya avanza con resiliencia, gracias también al gran aporte de los misioneros presentes en la isla caribeña. Entre ellos, el padre Massimo Miraglio, misionero camiliano y párroco de este pueblo, ubicado a 300 km de Puerto Príncipe, relata a la Agencia Fides que ha compartido “una experiencia que puede ayudar a la comunidad a avanzar por el buen camino”.
“El pasado 17 de octubre estuvimos en el valle para una jornada de formación dirigida a 15 docentes de la escuela de Alfabetización iniciada a mediados de marzo de 2025 (véase Agencia Fides 5/3/2025) –relata-. En este lluvioso mes de octubre, los desplazamientos se vuelven muy difíciles debido al barro en los senderos, que los hace muy resbaladizos. Por otro lado, es un placer admirar cómo la gente del lugar, desde los mayores hasta los niños, se mueve con agilidad y coraje por estos caminos escarpados y resbaladizos, usando simples chanclas… yo, en cambio, a pesar de las botas ‘made in Italy’, soy mucho menos ágil. Pasamos juntos un día muy agradable y los docentes mejoraron su preparación. Esperamos poder organizar pronto una segunda jornada, solicitada por todos los participantes. A comienzos de noviembre reiniciaremos la escuela Alpha para adultos”, concluye el padre Massimo.