En un comunicado el actual régimen del país agradecen “profundamente al Santo Padre, Papa Francisco; a la Secretaría de Estado de la Santa Sede; a su titular, Cardenal, Su Eminencia Reverendísima, Pietro Parolin, y a su Equipo de Trabajo, por las muy respetuosas y discretas coordinaciones realizadas para hacer posible el viaje hacia el Vaticano de dos Obispos, quince Sacerdotes y dos Seminaristas”.
En efecto, se deja también en libertad al obispo Isidoro del Carmen Mora y a los siguientes sacerdotes y seminaristas:
La liberación y expulsión de Nicaragua se efectúa después que el pasado 8 de enero el Papa Francisco denunciará ante el Cuerpo Diplomático de todo el mundo lo siguiente: “Sigue siendo preocupante también la situación de Nicaragua; es una crisis que se prolonga desde hace tiempo con dolorosas consecuencias para toda la sociedad nicaragüense, en particular para la Iglesia católica. La Santa Sede no cesa de invitar a un diálogo diplomático respetuoso del bien de los católicos y de toda la población”.