27 de noviembre de 2023
La Parroquia Sagrada Familia de Chillán sufrió la madrugada del miércoles el robo y destrucción de objetos sagrados en un acto delictual que fue repudiado por toda la comunidad. Este viernes por la tarde, se realizó una Misa de Solidaridad y Desagravio presidida por el obispo Sergio Pérez de Arce, quien estuvo acompañado por diáconos de la Diócesis y los sacerdotes Gonzalo Gómez y Luis Flores, además del encargado parroquial Juan Ramón Ovando.
A la misa, asistió la comunidad de Sagrada Familia, pero también fieles de otras parroquias que quisieron solidarizar ante el hecho delictual que aún no tiene responsables. El padre Sergio indicó que “es un gusto saludar a esta comunidad, a pesar de esta circunstancia. Hay que agradecer a las personas que han venido a acompañar a la Comunidad de Sagrada Familia, que en medio de esta situación se está levantando para seguir con la tarea de la iglesia, la misión evangelizadora, nuestras celebraciones y liturgias. Ánimo a todos, a Juan Ramón, al Consejo Pastoral y a toda la comunidad en general”.
La propia comunidad ha estado trabajando durante estos días en volver a levantarse. Así lo expresó el responsable parroquial, Juan Ramón Ovando, quien señaló que “vinimos a alabar al Señor, a demostrar que esta iglesia sigue viva y lo hace en cada uno de nosotros. También quiero pedir por los hermanos que hicieron esto, porque también son hijos de Dios, aunque se equivocaron”, indicó.
Comunidad
Eduardo Gajardo dijo que “nací y crecí acá. Fui bautizado en esta iglesia y aunque estamos apenados por lo que pasó, estamos agradecidos de la visita del obispo porque sabemos que vamos a salir adelante”.
Jaime Ortíz señaló que “soy católico de nacimiento, fui educado dentro de la iglesia y ahora soy corista en Sagrada Familia. La misa fue maravillosa junto a nuestro obispo y todos quienes nos acompañaron”.
María Angélica Soto, consagrada, precisó que “soy fiel de esta parroquia y estoy a cargo de liturgia. Me sorprendió la enorme cantidad de personas que nos pudieron acompañar en esta eucaristía para ofrecer desagravio al Señor por la tremenda profanación que vivimos. De aquí para adelante nos vienen muchas tareas, tenemos que seguir trabajando para recuperar lo perdido, pero ya llegará lo que necesitamos. El Señor preparó todo, el robo fue el miércoles y hoy (viernes) las lecturas estuvieron acorde a lo que vivimos. Él dijo: Destruyan este templo y en tres días lo reconstruyo. Tenemos dolor por la pérdida, pero alegría de poder decir al Señor que su pueblo está con Él y que necesitamos de su ayuda para seguir trabajando”.