26 de noviembre de 2025
Son 19 los sacerdotes ordenados en la diócesis de Hung Hoa, en el norte de Vietnam. Un dato que representa el número más alto de ordenaciones sacerdotales registradas en los 130 años de camino de la diócesis.
Uno de los nuevos sacerdotes es Pietro Sung A Ang, perteneciente a la etnia H’Mong. Su ordenación no es solo motivo de alegría para la familia, la parroquia y la comunidad H’Mong, sino también un paso importante en el camino de fe de las comunidades católicas pertenecientes a las etnias minoritarias de Vietnam.
Entre las 53 etnias minoritarias, aproximadamente el 83,4% mantiene todavía sus creencias ancestrales, como el politeísmo y los cultos tradicionales; el 16,6% restante profesa una fe específica. En los últimos años, la adhesión a comunidades religiosas en zonas habitadas por minorías étnicas ha crecido: según las estadísticas más recientes, hay aproximadamente 3.025.174 creyentes entre los miembros de 33 etnias minoritarias; de ellos, 1.448.366 son budistas, 874.359 cristianos protestantes y 548.130 católicos.
El pueblo H’Mong presenta el índice más alto de fieles católicos entre las minorías étnicas de Vietnam, con más de 30.000 católicos sobre una población total de 1.300.000 H’Mong, asentados principalmente en las provincias del norte del país.
El catolicismo llegó a la comunidad H’Mong a principios del siglo XX, pero durante mucho tiempo -de 1948 a 1989- la comunidad católica H’Mong no se desarrolló y llegó incluso a disminuir debido a la guerra, a las dificultades de transporte y a la falta de sacerdotes. Sin embargo, en los últimos años, la vida eclesial ha crecido en muchos pueblos H’Mong.
Además de participar regularmente en la Misa y en actividades comunitarias, el número de nuevos bautizados también está aumentando. El encuentro con el Evangelio ha transformado profundamente la vida espiritual de muchos, que han pasado del politeísmo al monoteísmo, de las creencias ancestrales al catolicismo. Aunque viven en zonas remotas y afrontan dificultades cotidianas, los H’Mong experimentan con intensidad la alegría y el consuelo de seguir a Jesús.
«Cuando tenía tres años, mis padres me enseñaron a hacer la señal de la cruz antes de las comidas y a rezar antes de dormir. Empecé a rezar el Rosario a los cinco», cuenta Mua Vang Sang, católico de etnia H’Mong del distrito de Van Chan, provincia de Yen Bai, en el norte de Vietnam.
«Ahora -añade- los siete miembros de mi familia nos reunimos frente al altar para rezar el Rosario en lengua H’Mong cada día después de la cena».
La hermana María Cu Thi Huynh Hoa, dominica H’Mong de la parroquia Giang La Pan, diócesis de Hung Hoa, relata: «Cuando era joven, mis padres me enseñaron a rezar y me guiaron hacia la vocación religiosa. Hoy mi madre tiene 83 años, pero continúa visitando a los habitantes del pueblo y compartiendo con ellos la fe católica».
La señora La, mujer católica H’Mong residente en la provincia de Yen Bai, recuerda: «En el pasado, mi familia debía caminar 15 km para llegar a la iglesia cada vez que un sacerdote venía a celebrar la Misa. Recuerdo que una vez llevé conmigo a mi bebé de tres meses. Llegué muy cansada, pero feliz de haber participado en la Eucaristía».
Recientemente, en la diócesis de Lang Son, al norte del país, 47 personas recibieron el sacramento del bautismo: 46 pertenecientes a la etnia H’Mong y una a la etnia Tay.
El padre Giuseppe Nguyen Van Thanh, ex párroco de Lao Cai, informa: «La mayoría de los parroquianos aquí son agricultores y su fe es muy fuerte y firme. A través del catolicismo, el pueblo H’Mong ha abrazado una nueva fe y ha comenzado también a cambiar su comportamiento, dejando atrás la poligamia, el consumo de alcohol y los juegos de azar, sin renunciar a los valores tradicionales como la dedicación a la familia».
Hoy, la comunidad católica H’Mong cuenta con 6 sacerdotes, más de 20 religiosos y seminaristas y unos 50 jóvenes que viven y estudian en órdenes religiosas en todo el país. Cuando el primer sacerdote H’Mong, el padre Giuseppe Ma A Ca, fue ordenado en 2021, Lo Minh Thong -H’Mong de la parroquia de Sapa, diócesis de Hung Hoa- expresó emocionado: «Nosotros, los católicos H’Mong, estamos felices y orgullosos de tener un sacerdote de nuestra etnia. Hemos rezado cada día para que recibiera la gracia plena hasta su ordenación. Esperamos que regrese para servir a los parroquianos H’Mong y que nos ayude a traducir las Escrituras al H’Mong, porque muchas personas son analfabetas y no hablan vietnamita».
Tras su ordenación, el padre Giuseppe ha declarado: «Mi prioridad absoluta es anunciar el Evangelio a los habitantes de las aldeas indígenas, educar a sus hijos y ayudarles a preservar sus tradiciones culturales y su lengua».
(Agencia Fides 26/11/2025)
