11 de agosto de 2025
Más de 3,3 millones de personas en el noreste de Nigeria se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria, según la Cruz Roja Internacional. La mayoría son agricultores afectados por la violencia e inestabilidad en la región, que les obliga a abandonar sus tierras y les impide acceder a su única fuente de ingresos. El problema también afecta a los pescadores de otras zonas del país, informa el diario nigeriano Daily Trust: por motivos de seguridad, los primeros no pueden utilizar los pastos para su ganado y los segundos no pueden acceder a las aguas del lago Chad ni a los principales ríos, como el Níger y el Taraba. Tanto agricultores como pescadores están a merced de grupos armados y bandidos que operan sin control en las regiones septentrionales.
La Cruz Roja señala que la crisis ha generado fenómenos como el desplazamiento forzoso, el trabajo infantil, el abandono escolar y los matrimonios precoces. Las regiones del noroeste padecen problemas similares, y los grupos más vulnerables son los niños menores de cinco años y las mujeres lactantes.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que la inseguridad alimentaria no se limita al norte: podría afectar este año a más de 30 millones de personas en 26 estados de la federación, especialmente durante la estación previa a la cosecha, cuando las comunidades agrícolas son más vulnerables.
Desde principios de 2025, la Cruz Roja Internacional ha prestado asistencia a 21 000 familias, distribuyendo semillas para los cultivos de temporada seca y húmeda, además de herramientas agrícolas para mejorar la producción y la eficiencia. El apoyo incluye la diversificación de la dieta con maíz, arroz, tomates y okra, así como la reparación de infraestructuras de suministro de agua para riego. Sin embargo, la organización advierte que estas medidas no bastan para resolver un problema que tiene raíces más profundas, como la presencia de grupos violentos.
A esta situación se suman los efectos del cambio climático, que también provocan migraciones internas. En Nigeria, el fenómeno se manifiesta de dos maneras: sequías en el noroeste e inundaciones en el este. Ambas regiones son fundamentales para el suministro agrícola nacional, por lo que una reducción de la producción repercute sobre todo en las regiones del sur, más densamente pobladas.
Con una población en rápido crecimiento, Nigeria es uno de los países más poblados del mundo. La inestabilidad derivada de la inseguridad alimentaria amenaza con tener consecuencias de gran alcance e imprevisibles.