08 de agosto de 2025
En un ataque que los obispos católicos de rito latino de la India calificaron de “perturbador y fuera de lugar”, unos 70 miembros del Bajrang Dal tendieron una emboscada y atacaron a dos sacerdotes católicos, un catequista y dos monjas cerca de la aldea de Gangadhar, donde se encuentra una misión perteneciente a la parroquia de Jaleswar. Todos fueron “acusados falsamente de conversiones religiosas”.
Los hechos se remontan al 6 de agosto cuando el padre Nirappel, párroco de Jaleswar, y el padre Jojo, de la parroquia de Joda de la diócesis de Balasore, acudieron a la misión de Gangadhar para una misa conmemorativa en el segundo aniversario de la muerte de dos católicos locales. Junto con dos monjas y un catequista, el grupo llegó a la aldea alrededor de las 17:00. La ceremonia tuvo lugar después de las 18:00, cuando los agricultores regresaban de los campos en la estación de siembra. Al salir del pueblo, alrededor de las 21:00, se produjo el ataque. “A menos de medio kilómetro del pueblo, en un tramo estrecho y arbolado, nos esperaba un grupo de unos 70 hombres del Bajrang Dal”, declaró el padre Lijo, según un comunicado de la Conferencia Episcopal de la India (CCBI). “Primero atacaron a nuestro catequista, que iba en motocicleta. Lo golpearon brutalmente, desmantelaron la motocicleta, vaciaron el depósito de combustible y lo tiraron”, añadía el sacerdote.
Los atacantes se dirigieron entonces al coche de los sacerdotes, lo detuvieron a la fuerza y profirieron insultos. “Nos atacaron físicamente, empujándonos, agrediéndonos y golpeándonos brutalmente. Nos dieron puñetazos, nos robaron los teléfonos y siguieron gritando que queríamos convertirlos a la fuerza. Gritaban: ‘Ya no podéis hacernos cristianos’”, continuó el sacerdote. A pesar de las súplicas de las mujeres del pueblo al grupo y de aclarar que los sacerdotes y las monjas habían sido invitados a un momento de oración, los agresores no se detuvieron. “Fue una emboscada premeditada. Trajeron sus medios de comunicación para crear una narrativa falsa”, declaró el padre Lijo.
Después de unos 45 minutos, la policía llegó al lugar. Sin embargo, incluso en presencia de la policía la multitud continuó con sus insultos. El padre Lijo informó a los agentes que los habían quitado los teléfonos a la fuerza, pero nadie del grupo admitió tenerlos ni los devolvió. “La policía le dijo al grupo que nos llevarían a la comisaría para interrogarnos, pero en realidad solo nos estaban salvando de más violencia”, concluyó el padre Lijo, exdirector de la Sociedad de Servicios Sociales de Balasore (la rama diocesana que se ocupa de cuestiones sociales), profundamente consternado por el incidente. “Nunca imaginé que algo así pudiera ocurrir en la zona de Jaleswar. Simplemente cumplíamos con un servicio y fuimos atacados y humillados con acusaciones infundadas. Los medios de comunicación también son cómplices. No verifican los hechos. Esta falsa narrativa debe ser corregida por la verdad”.
El padre Jojo, sacerdote invitado en la parroquia de Joda, expresó su profunda consternación por el ataque inmotivado: “Solo había venido a celebrar la misa. Nunca imaginé tanta hostilidad tras un gesto tan pacífico y sagrado”.
El episodio conmocionó a la comunidad cristiana local y suscitó serias preocupaciones por el creciente clima de intolerancia y violencia masiva en Odisha. La Conferencia Episcopal Católica de la India (CBCI), que agrupa a todos los obispos católicos de los tres ritos presentes en la India, expresó su profunda consternación por el ataque.