05 de agosto de 2025

“No se construye una nación con un Kalashnikov”. Monseñor Sosthène Ayikuli Udjuwa, obispo de Mahagi-Nioka, en Ituri, exhortó así a los jóvenes a no unirse a ninguno de los numerosos grupos armados que asolan esta provincia del este de la República Democrática del Congo.
El obispo Ayikuli habló a los jóvenes congregados del 31 de julio al 3 de agosto en Mahagi para el encuentro de jóvenes católicos de las diócesis de Mahagi-Nioka y Bunia. Aunque solo pudieron participar los jóvenes de Mahagi-Nioka debido a la persistente inseguridad, especialmente en la carretera Bunia-Mahagi, junto a la aldea de Komanda, donde se produjo la masacre en la parroquia de la Beata Anuarite en la noche del sábado 26 al domingo 27 de julio (ver Fides 23/7/2025). Sin embargo, la tensa situación no mermó el entusiasmo de los jóvenes de la diócesis, quienes acudieron en masa a participar en esta edición de las Jornadas Diocesanas de la Juventud (JDJ). El viernes 1 de agosto, la explanada de la catedral de Mahagi se transformó en un espacio de diálogo espiritual y social, donde el mensaje de paz fue el centro de las oraciones. El obispo Ayikuli instó a los jóvenes a rechazar los cantos de sirena de los grupos armados, que no pocas veces se aprovechan de los jóvenes abandonados. “Una nación no se construye con un Kalashnikov”, subrayó.
Dirigiéndose a las autoridades políticas y administrativas, el obispo de Mahagi-Nioka destacó que “el futuro de Ituri no puede quedar en palabras vacías. Se necesitan acciones concretas para los jóvenes, se necesita educación, empleo y seguridad”. Las Jornadas de la Juventud se concibieron no solo como un momento de oración, sino también como un espacio de reflexión sobre la situación sociopolítica de Ituri. A través de grupos de trabajo, compartiendo experiencias, enseñanzas y testimonios, se animó a los participantes a comprender su papel en la sociedad.
La Iglesia católica busca ofrecer una alternativa válida al reclutamiento de jóvenes en grupos armados, apoyándose en su red de parroquias rurales y urbanas para transmitir su mensaje de paz y esperanza incluso en las zonas más remotas. Los sacerdotes y las religiosas también han denunciado la trivialización de la violencia y el sufrimiento psicológico de muchos jóvenes en Ituri, destacando la importancia del apoyo pastoral y psicosocial en zonas de conflicto. Para el obispo Ayikuli, el mensaje de estas Jornadas trasciende el ámbito religioso, se trata de “despertar una conciencia colectiva”, tanto entre los jóvenes como entre los responsables de la toma de decisiones.