16 de julio de 2025
Myitkyina (Agencia Fides) – “Hoy el Señor Jesús les dice: la paz sea con ustedes. La gracia y la bendición de Dios descienden sobre ustedes. Gracias de corazón por haberme acogido como pastor. El Señor me ha amado, ha tenido piedad de mí y me ha elegido. Hoy estoy aquí para decirles cuánto los ama Dios. No nos desanimemos, recemos más en estos tiempos difíciles”.
Con estas conmovedoras palabras, Mons. John Mung Ngawn La Sam, MF, obispo de la diócesis de Myitkyina, en el norte de Myanmar, se ha dirigido a los más de 600 desplazados que viven en el campo de Nam Hkam, que ha visitado en los últimos días. Este campo acoge a miembros de la comunidad católica, así como a familias de la Iglesia ortodoxa y anglicana, todas unidas por la precariedad y el dolor del desplazamiento.
El campo fue abierto en 2017, cuando los combates entre el ejército birmano y las milicias étnicas, especialmente los ejércitos kachin y shan, obligaron a miles a abandonar sus aldeas. Desde el inicio de la guerra civil hace cuatro años, el flujo de desplazados ha seguido creciendo, y actualmente 622 personas viven en condiciones precarias en este campo gestionado por la Iglesia local, que lleva ayuda humanitaria de forma regular.
El obispo ha visitado el campo acompañado del vicario general, el padre Peter, junto a otros sacerdotes y laicos, dedicando tiempo a dialogar, escuchar sus relatos, animar, aconsejar, rezar con las familias y dispensar el sacramento de la reconciliación. También ha celebrado la misa e impartido la bendición a todos los presentes.
Durante la visita, Mons. John Mung Ngawn La Sam ha pedido a todos rezar por los cuatro diáconos (don Clement, don Lucas, don Patrick y don Thomas) que se ordenarán sacerdotes el próximo 6 de agosto en la catedral de Myitkyina, invitando a los fieles a participar, en la medida de lo posible, en la ceremonia de ordenación, que será “un regalo inmenso para la diócesis de Myitkyina, castigada por la guerra”.
La diócesis de Myitkyina, ubicada en el estado de Kachin, continúa su compromiso de asistencia a los desplazados, sin distinción de credo, a través de campos organizados por las parroquias, donde gracias a la labor incansable de sacerdotes, religiosos y laicos, los refugiados reciben apoyo material y consuelo espiritual.
En el norte de Myanmar, la Iglesia católica está organizada en dos diócesis: Myitkyina, con unos 100.000 fieles, y Banmaw, con alrededor de 40.000 católicos. Según datos del ACNUR, el conflicto civil ha provocado que actualmente haya 3,5 millones de desplazados internos en Myanmar.
(PA) (Agencia Fides 16/7/2025)