Entre esas cualidades, Larín destacó “la maternidad y el papel de cuidadoras, un rol que solo sabremos desarrollar a profundidad teniendo a la Santísima Virgen María como modelo del papel de la mujer en la sociedad, meditando en la respuesta que dio al Señor cuando desde una actitud de servicio y disponibilidad dio su consentimiento para colaborar con Él en su plan divino”.
“El ejemplo de María ciertamente no encaja con las reivindicaciones de orgullo, ambición, victimización y rencor en las que se encuentra fundado el feminismo”, advirtió.